En Extremadura tenemos un "problemón" que combina aspectos educativos, laborales y sociales. más de 30.000 personas desempleadas no disponen del titulo de la ESO. El 75% son parados de larga duración. 18.600 son jóvenes menores de 30 años. Cada año engrosan las listas del SEXPE 2.000 nuevos parados entre 16 y 18 años.Y el futuro se cierne muy oscuro: las directivas europeas en materia de empleo van a endurecer el acceso al mercado laboral. Dentro del marco europeo 2020 se está desarrollando la normativa nacional que va a recoger la obligatoriedad de tener una cualificación profesional para trabajar en determinadoas profesiones, vía requerimiento de formación básica o acreditación de experiencia laboral.
¿Cómo abordar esta situación tan compleja y de
tan graves repercusiones? combatir el desempleo con programas puntuales y poco
meditados como la llamada ‘ESO de los 1.000 euros” que ideó nuestro gobierno
regional en el curso 2012/13 no conduce a ninguna parte. La prueba más palpable
es que aquel “programa” fue
abandonado por el 80 por ciento del alumnado matriculado antes de terminar la
formación.
Hay que reconocer, no obstante, que la cosa no se
antoja sencilla: una gran parte de estos ciudadanos no tienen hábitos de
estudios, han huido- por diversas razones- del sistema educativo reglado y reconducirlos
mediante un proceso formativo tradicional llevará, inexorablemente, al fracaso.
Se hace necesario aplicar metodologías innovadoras, adaptadas al alumnado, que
resulten atractivas y motivantes.
Un nuevo intento de hacer frente a esta
desoladora situación llega de la mano de la Consejería de Educación y Empleo,
que va a destinar casi 8 millones de euros para conectar el mundo educativo y
el laboral, mediante un nuevo modelo de intervención.
Este nuevo enfoque lleva aparejado un modelo de
orientación mixto, más personalizado e integral,
que conduce a la creación de un itinerario personalizado de inserción (IPI) y
ofrece cinco programas diferentes.
En primer lugar, se refuerza la oferta de la ESO
para personas adultas, orientada a quienes que no han conseguido la titulación.
Poder realizar los estudios en un centro cercano a su domicilio, mediante una
evaluación continua, sin necesidad de desplazarse a otra ciudad más lejana para
examinarse por libre.
Otro de los programas hace referencia a la
adquisición de las competencias clave.
¿Cómo acreditar “cualificación profesional”? por tres vías. La Formación
Profesional Reglada, mediante un Certificado de Profesionalidad o con una
Acreditación de la Experiencia Laboral. Cualquier persona que quiera obtener un
Certificado de Profesionalidad, tiene
que formarse y obtener la titulación de la ESO o formarse en Competencias
Clave. En esta segunda línea, se van a desarrollar cursos de competencias clave
que den el acceso a certificados de profesionalidad de nivel 2 y de nivel 3.
Un ejemplo:si un joven quiere trabajar como
monitor de tiempo libre, debe tener el certificado de profesionalidad de
Dinamización de Actividades de Tiempo Libre, que es de nivel 2. (Para poder
acceder a ese certificado, necesitaría el título de la ESO o bien un título de
formación en Competencias Clave en lengua y matemáticas). Si ese mismo joven
quiere trabajar como director de actividades de tiempo libre, necesita el
certificado de Dirección y Coordinación de Actividades de Tiempo Libre, que es
de nivel 3 ( para acceder a él, debe tener el título de Bachillerato o, en su
defecto, las Competencias Clave de lengua, matemáticas e idioma)
Otro de los programas que se ofrece está
destinado a aquellas personas que cuentan con experiencia profesional aunque no
tienen formación reglada. (Sólo en la rama socio-sanitaria hay más 3.000
personas trabajando en la región que no han acreditado su experiencia; por
tanto, no disponen de certificado de profesionalidad para trabajar. Como
consecuencia, a fecha de 31 de diciembre de 2017 no podrían mantener su puesto
de trabajo)
Un cuarto programa consistirá en impartir cursos
para la obtención de certificados profesionales en cuatro IES de la región en
horario vespertino, con el objetivo de optimizar los recursos disponibles de la
Formación Profesional reglada.
Y el último
de los programas que componen Ítaca
es la Formación en Competencias Genéricas, que va dirigido a jóvenes de entre 16
y 18 años inscritos como demandantes de empleo, que han abandonado reciente y
prematuramente la formación reglada.
Estos programas, de rebote, van a favorecer la
contratación de docentes - unos 135- que saldrán de las bolsas de interinidad.
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